Un triunfo que vale mucho más que tres puntos se trajo Rivadavia de Pergamino, con la victoria ante Douglas por 2 a 0, con los tantos convertidos por Guillermo Suárez, la gran figura de la tarde. Es que, con esta victoria, el Rojo se escapó a nueve puntos de Juventud, con otras tantas unidades en juego. El otro equipo de Pergamino cayó 1-2 ante Brown y esto le permite al conjunto de Juan Carlos Pirez prácticamente olvidarse del descenso directo.
Parecía que iba a tener que sufrir mucho el albirrojo en tierras “fogoneras”. Es que Douglas también está necesitado de puntos y la localía parecía ser el factor clave del encuentro. Más aún cuando, a los 5’, Gonzalo Gho vio la roja directa por una falta a Ermini, desatando la polémica. Desde ese momento las cartas estaban jugadas. Si Douglas quería quedarse con todo iba a tener que sortear el gran planteo de Rivadavia.
Con un hombre de menos, se movieron las fichas y Manzoco pasó a jugar de lateral derecho, dejando que Suárez cubriera el sector de Gho. Con esa variante Rivadavia esperó con gran firmeza a un rojinegro sin alma y, cuando pudo lastimar, lo hizo a la perfección. Incluso hasta el punto de no parecer sentir el jugador de más que tenía el equipo del “Gallego” Pérez. Solamente en algunos minutos los locales inquietaron el arco de Fibiger. Primero mediante un centro rasante que despejó muy bien Schiavi -nuevamente en un gran nivel- y con un tiro libre de Santos que cruzó el arco ante la mirada de propios y extraños.
Después de eso Rivadavia no sufrió sofocones. Muy por el contrario, fue el que dispuso de las más claras para abrir el marcador. Sostenido por el gran trabajo de Manzoco y la actuación de la zaga central Franco-Schiavi, el equipo de Pirez se fue adelantando y empezó a llegar. Y allí reapareció en plenitud Suárez quien, a pesar de jugar retrasado por la expulsión tempranera, logró marcar diferencias cada vez que se lanzó por los costados. Primero a los 21’, recuperó un mal rechazo en la defensa local y encendió su corrida para llegar hasta la línea de fondo. Cuando se le terminaba a cancha lo vio a Vera y mandó el centro perfecto para el goleador, que quedó mano a mano abajo del arco. Sin embargo, el 9 le dio mal de primera y así desperdició la jugada más clara en lo que iba del partido.
Los minutos corrían y Rivadavia se afirmaba; Douglas no encontraba ideas y la disconformidad de su gente empezaba a pesar. En esa instancia Pérez mandó a la cancha al volante Raúl Quiroga y sacó al defensor Gustavo Benítez para sumar gente en ofensiva. Sin embargo, nada varió. Por el contrario, al minuto de la modificación, Manzoco –otra de las grandes figuras de la tarde- se mandó un jugadón en diagonal y habilitó perfecto a Sepúlveda, dentro del área. El volante, de buen partido, fue a definir pero en el momento del impacto llegó Santos para cerrar y derribarlo. El árbitro entrerriano Márquez no dudó y señaló la pena máxima. Rivadavia podía liquidar anímicamente a un Douglas desconocido. Pero el uruguayo Alsina se hizo cargo del penal y su remate, fuerte al medio, fue tapado por las piernas de Ozafrán. Era la segunda que tenía Rivadavia y la segunda desperdiciada. Con un hombre de más, Douglas buscó aprovechar el bajón por la situación fallida.
Pero no… Rivadavia demostró estar mucho mejor que un equipo que deberá cambiar mucho si pretende seguir en la categoría. La entrega y el fútbol de Manzoco, la gran categoría de Franco, la fortaleza de Schiavi y la velocidad de Suárez se impusieron al toqueteo intrascendente del mediocampo local, que se nublaba al llegar a tres cuartos de cancha. Unicamente los intentos solitarios de Valiente por izquierda y alguna insinuación de Luis Quiroga mantenían las esperanzas de un Douglas que, al inicio del complemento, salió a acorralar a Rivadavia sin convicción. A los 7’ el propio Valiente le ganó a Manzoco y sacó el centro pasado para la entrada de Santos. Pero el cabezazo del volante se fue desviado, en lo que era una buena del rojinegro.
En ese momento Pirez leyó perfectamente el partido y movió el banco. A descansar Diego Vera, casi sin participación, y adentro Juan Flores para sumar gente en el medio y desprender a Suárez para que marcara diferencias con su velocidad en el ataque.
Y tuvo que esperar dos minutos “El Angel del Vieto” para empezar a definir la historia. Porque a los 13’, Alejandro Sepúlveda frotó la lámpara y se mandó un jugadón por derecha, desairando a dos marcas. Cuando llegó a línea de fondo levantó la cabeza y mandó un remate-centro rasante para el rebote de Ozafrán. Vestido de Vera apareció Suárez y, con un toque suave, hundió la pelota en la red y salió disparado a festejar al banco de los suplentes. Era el 1 a 0, con sabor dulce. Douglas estaba liquidado mucho antes. Y aunque no quería rendirse, el Rojo se encargó de sepultarlo a los 22’. Entre Manzoco y Flores robaron una pelota en defensa y el balón le quedó al de General Roca, que levantó la cabeza y vio la corrida de Suárez a espaldas de la defensa. El pelotazo perfecto, desde unos 40 metros, superó a Bonnano y dejó al delantero cara a cara con Ozafrán. “El Angel” lo encaró y lo eludió en velocidad para quedar con el arco libre y concretar de zurda para el definitivo 2 a 0. Partido sentenciado. Porque el albirrojo pudo aumentar la cuenta y, sobre todo, porque más allá de algunas llegadas aisladas Douglas nunca inquietó.
Triunfo histórico para Rivadavia. El segundo de visitante en el Argentino A. Nuevamente en Pergamino y con el mismo resultado que el anterior (el otro fue 2-0 ante Juventud). El Rojo empieza a olvidarse del descenso directo y quiere ir por más. Ahora viajará para verse la cara con el difícil Santamarina, en Tandil, con la tranquilidad de haber salido airoso de una parada brava y con la esperanza de seguir sumando para dar pelea hasta el final.
Parecía que iba a tener que sufrir mucho el albirrojo en tierras “fogoneras”. Es que Douglas también está necesitado de puntos y la localía parecía ser el factor clave del encuentro. Más aún cuando, a los 5’, Gonzalo Gho vio la roja directa por una falta a Ermini, desatando la polémica. Desde ese momento las cartas estaban jugadas. Si Douglas quería quedarse con todo iba a tener que sortear el gran planteo de Rivadavia.
Con un hombre de menos, se movieron las fichas y Manzoco pasó a jugar de lateral derecho, dejando que Suárez cubriera el sector de Gho. Con esa variante Rivadavia esperó con gran firmeza a un rojinegro sin alma y, cuando pudo lastimar, lo hizo a la perfección. Incluso hasta el punto de no parecer sentir el jugador de más que tenía el equipo del “Gallego” Pérez. Solamente en algunos minutos los locales inquietaron el arco de Fibiger. Primero mediante un centro rasante que despejó muy bien Schiavi -nuevamente en un gran nivel- y con un tiro libre de Santos que cruzó el arco ante la mirada de propios y extraños.
Después de eso Rivadavia no sufrió sofocones. Muy por el contrario, fue el que dispuso de las más claras para abrir el marcador. Sostenido por el gran trabajo de Manzoco y la actuación de la zaga central Franco-Schiavi, el equipo de Pirez se fue adelantando y empezó a llegar. Y allí reapareció en plenitud Suárez quien, a pesar de jugar retrasado por la expulsión tempranera, logró marcar diferencias cada vez que se lanzó por los costados. Primero a los 21’, recuperó un mal rechazo en la defensa local y encendió su corrida para llegar hasta la línea de fondo. Cuando se le terminaba a cancha lo vio a Vera y mandó el centro perfecto para el goleador, que quedó mano a mano abajo del arco. Sin embargo, el 9 le dio mal de primera y así desperdició la jugada más clara en lo que iba del partido.
Los minutos corrían y Rivadavia se afirmaba; Douglas no encontraba ideas y la disconformidad de su gente empezaba a pesar. En esa instancia Pérez mandó a la cancha al volante Raúl Quiroga y sacó al defensor Gustavo Benítez para sumar gente en ofensiva. Sin embargo, nada varió. Por el contrario, al minuto de la modificación, Manzoco –otra de las grandes figuras de la tarde- se mandó un jugadón en diagonal y habilitó perfecto a Sepúlveda, dentro del área. El volante, de buen partido, fue a definir pero en el momento del impacto llegó Santos para cerrar y derribarlo. El árbitro entrerriano Márquez no dudó y señaló la pena máxima. Rivadavia podía liquidar anímicamente a un Douglas desconocido. Pero el uruguayo Alsina se hizo cargo del penal y su remate, fuerte al medio, fue tapado por las piernas de Ozafrán. Era la segunda que tenía Rivadavia y la segunda desperdiciada. Con un hombre de más, Douglas buscó aprovechar el bajón por la situación fallida.
Pero no… Rivadavia demostró estar mucho mejor que un equipo que deberá cambiar mucho si pretende seguir en la categoría. La entrega y el fútbol de Manzoco, la gran categoría de Franco, la fortaleza de Schiavi y la velocidad de Suárez se impusieron al toqueteo intrascendente del mediocampo local, que se nublaba al llegar a tres cuartos de cancha. Unicamente los intentos solitarios de Valiente por izquierda y alguna insinuación de Luis Quiroga mantenían las esperanzas de un Douglas que, al inicio del complemento, salió a acorralar a Rivadavia sin convicción. A los 7’ el propio Valiente le ganó a Manzoco y sacó el centro pasado para la entrada de Santos. Pero el cabezazo del volante se fue desviado, en lo que era una buena del rojinegro.
En ese momento Pirez leyó perfectamente el partido y movió el banco. A descansar Diego Vera, casi sin participación, y adentro Juan Flores para sumar gente en el medio y desprender a Suárez para que marcara diferencias con su velocidad en el ataque.
Y tuvo que esperar dos minutos “El Angel del Vieto” para empezar a definir la historia. Porque a los 13’, Alejandro Sepúlveda frotó la lámpara y se mandó un jugadón por derecha, desairando a dos marcas. Cuando llegó a línea de fondo levantó la cabeza y mandó un remate-centro rasante para el rebote de Ozafrán. Vestido de Vera apareció Suárez y, con un toque suave, hundió la pelota en la red y salió disparado a festejar al banco de los suplentes. Era el 1 a 0, con sabor dulce. Douglas estaba liquidado mucho antes. Y aunque no quería rendirse, el Rojo se encargó de sepultarlo a los 22’. Entre Manzoco y Flores robaron una pelota en defensa y el balón le quedó al de General Roca, que levantó la cabeza y vio la corrida de Suárez a espaldas de la defensa. El pelotazo perfecto, desde unos 40 metros, superó a Bonnano y dejó al delantero cara a cara con Ozafrán. “El Angel” lo encaró y lo eludió en velocidad para quedar con el arco libre y concretar de zurda para el definitivo 2 a 0. Partido sentenciado. Porque el albirrojo pudo aumentar la cuenta y, sobre todo, porque más allá de algunas llegadas aisladas Douglas nunca inquietó.
Triunfo histórico para Rivadavia. El segundo de visitante en el Argentino A. Nuevamente en Pergamino y con el mismo resultado que el anterior (el otro fue 2-0 ante Juventud). El Rojo empieza a olvidarse del descenso directo y quiere ir por más. Ahora viajará para verse la cara con el difícil Santamarina, en Tandil, con la tranquilidad de haber salido airoso de una parada brava y con la esperanza de seguir sumando para dar pelea hasta el final.
SINTESIS:
Douglas 0: Ozafrán; Torres, Bonano, Benítez y Pringles; Santos, Piriz, Pérez y Valiente; Quiroga y Ermini. DT: Pérez. Suplentes: Mullieri, Coronel, R. Quiroga, Pascual y Ventura.
Rivadavia 2: Fibiger; Gho, Franco, Schiavi y Llanos; Manzoco, Zúñiga, Alsina y Sepúlveda; Suárez y Vera. DT: Pirez. Suplentes: Ocaña, Rocha, Flores, Badano y Bianciotti.
Goles: ST 13' y 27' Suárez (R).
Incidencias: PT 5' expulsado Gho (R); a los 42' del PT Ozafrán le retuvo un penal a Alsina
Arbitro: F. Márquez (Federal, Entre Ríos)